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Tantos caminos y un destino individual y único
Sinthya Martin
Muchas son las escuelas, los maestros y las técnicas a las que tenemos acceso hoy en día… algunas bajo el manto de los científico, otras en lo antiguo y otras en la nueva era, o lo espiritual, basadas en el corazón, en el entendimiento, en los valores, en el cuerpo o en el testimonio de alguien que lo sabe bien – o al menos lo explica bien - pero siempre un tercero.
Probablemente todos dicen una versión de la gran verdad, describen una de las facetas de un gran diamante, ¿a cuál seguir? Propongo que SEGUIR a ninguna, pero ESCUCHAR a las que
resuenen en el interior, esas que hacen clic, después experimentarlas con espíritu abierto pero no obsesivo ni fanático e ir construyendo una verdad propia.
Mi propia faceta del diamante.
No siguiendo palabras e ideas externas por bien que suenen, sino certezas surgidas de la propia referencia.
Es la vía de autoconocimiento verdadero. Solo así dejaremos de ser eternamente alumnos y desarrollaremos nuestra propia maestría.
Esa es la intención en Trans-formArte, contar con diversas visiones y técnicas para experimentar, que cada persona vaya transitando su camino unico de autoconocimiento y construyendo su
maestría personal a partir de los recursos que elija entre las opciones ofrecidas.
El éxito está en la Personalidad y no en los Conocimientos o el Cociente Intelectual
Sinthya Martin
"Estudia para que llegues a ser alguien” “Solo encajando los codos se consigue el éxito”
Son frases que nos dijeron con la mejor de las intenciones pero que en la realidad no demuestran ser ciertas – siempre.
Los obstáculos al éxito están menos en los conocimientos adquiridos y más en la personalidad. No reconocer una oportunidad, desestimar una oferta, ver pasar una buena opción, o quedarse pensando lo que uno quisiera pero sin actuar, postergar para el futuro, temer exponerse, dudar de la propia capacidad o atribuir el éxito ajeno a “motivos turbios” en vez de tomar nota y ponerse a ello… todos estos obstáculos para nuestros sueños no se resuelve asistiendo a cursillos que se han aprobado o por lo inteligente que se sea. Todo esto está en la personalidad, los hábitos, los paradigmas adoptados.
Un reciente estudio presentado por el Nobel James Keckman sugiere que el cociente intelectual no tiene nada que ver con el éxito. Su equipo investigó el cociente intelectual, resultados de test de personalidad y las clasificaciones en distintos niveles educativos de cientos de personas de Reino Unido, Estados Unidos y Países Bajos. Quería identificar que tanto del porcentaje de éxito económico de estas personas dependía de su cociente intelectual. Encontraron que solo entre un 1% y un 2% de los casos de éxito tenía relación con un cociente intelectual más alto de lo normal.
En pocas palabras: el Coeficiente Intelectual rara vez importa en cuanto a éxito profesional se refiere.
Eso nos da una buena noticia.
Tenemos todo un área por descubrir y mejorar en nuestro interior, relacionada con nuestra personalidad y la forma de hacerlo no es “empollando” conceptos, libros, ni datos sino despertando habilidades dormidas, potenciales latentes, recurriendo a vías creativas, novedosas, diferente del estudio racional.
En definitiva, es la hora de dejar de preguntarse si tenemos el cerebro suficiente para ser personas de éxito en nuestra vida profesional (y también en la personal) para empezar a preguntarnos si lo
que tenemos es la personalidad para ello. En cualquier momento, si tienes interés, puedes adquirir esas habilidades y despertar tu potencial.
Las Referencias Externas
Sinthya Martin
No sabemos por qué y para qué estamos aquí, y ante el vacío, aceptamos las propuestas que recibimos del exterior, como aquel hombre que buscaba sus llaves no donde las había perdido, sino donde había Luz.
¿y qué sitios están alumbrados y dicen tener respuestas?
Ponentes en You Tube, talleres y cursos, libros, películas, series, Internet, gurús, religiones, publicidad nos vende lo que es la felicidad y el éxito, lo que se dice en el entorno... Siempre referencias externas…
Se nos acaba la vida y seguimos con la sensación de no encontrar lo que buscamos... y siempre estuvo ahí, dentro de cada uno, pero ahí no sabemos mirar...